Juh
Un par de docenas de guerreros chihennes se encontraban emboscados en una garganta de Arizona, era una tropa variada, ancianos y adolescentes en su mayoría. La casi totalidad de los guerreros en edad de luchar ya habían muerto peleando por su tribu, como valientes guerreros, era una guerra desesperada, los estadounidenses eran muy superiores, pero los chihennes luchaban por la libertad de sus familias, morían para dar tiempo a sus hijos a conocer la vida, por que los estadounidenses los matarían si los cogiesen. Los indios no tenían un refugio seguro, siempre se veían obligados a combatir en inferioridad y en luchas de guerrillas. Una avanzadilla de soldados americanos se acercaba a galope al paso de montaña. Juh, el jefe de la partida india, alentó a sus hombres:
-Quizás muramos en este combate, pero aunque perdamos, les daremos tiempo a nuestras familias a huir un día más y los que muramos iremos con nuestros ancestros, junto al dios Ussen, como valientes. Luchad por vuestra libertad, como hombres libres- y con el aullido de un coyote, Juh saltó desde atrás de la roca y salió al paso de los americanos, que cargaban hacia él, treinta o cuarenta soldados de caballería picando a sus monturas para arrollarlo, pero Juh tuvo tiempo de disparar sobre un soldado mientras sus camaradas atacaban a los casacas azules. Inmediatamente después, despegó de la tierra, dejando atrás su cuerpo mortal, y marchando al valle donde Ussen lo esperaba junto a los grandes jefes chihenne y a sus ancestros, entre ellos vio a su hermosa y joven esposa y junto a ella a su pequeña hija, ambas muertas por la barbarie de los soldados varios meses antes, así que no le importó morir, es más, se alegró de verlas…
6 comentarios
Bernal -
Quizas aprendamos de nuestros fallos, pero debe ser muy lento puesto casi no avanzamos.
Besos y gracias Nofret
NOFRET -
Un gusto volver a leer tu texto, Bernal, me gusta tu mirada revisionista.
Besos!
Bernal -
felipe -
Bernal -
Gracias por leerlo Goreño
Goreño -